4 APUNTES PARA GESTIONAR CON EFICACIA UN FUTURO TURBULENTO

Ante la que no será una ‘nueva normalidad’, sino una nueva situación que creará percepciones y realidades contradictorias a la situación conocida anteriormente, no valdrán los mismos comportamientos asociados a antiguos roles, objetivos y resultados y, por tanto, personas, profesionales y organizaciones deberán ponerse al día y reciclar sus competencias y habilidades. Y esta puesta al día, no teniendo la seguridad del escenario al que nos enfrentamos, pero que como empresa, podríamos  llamarla ‘gestionar con eficacia el cambio de escenario un futuro no exento de turbulencias’. Así que continuación van cuatro apuntes al respecto:

1. Roles 

Si el rol en su definición clásica es la función que un persona desempeña en un lugar y situación, al cambiar ésta cambiará dicha función. Por ejemplo el líder, que pasará de identificar los motivadores y gestionar la productividad de sus personas, a identificar y gestionar los resortes que serán necesarios en esta nueva situación (menos recursos, menos mercado, más horas, más esfuerzo, etc etc.) En este sentido, el líder deberá orientarse -más que antes- a su equipo, reconociendo que lo que era impulsor hace unos meses tal vez no sirva ahora (¿dinero? ¿promociones y cargos? ¿incentivos ‘sociales ?…) y deba reorientar la recompensa por el logro (¿tiempo? ¿autonomía? ¿nuevas responsabilidades? ¿nuevos retos?…).

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2. Objetivos y resultados

En mi entrada anterior «cambiar de paradigma para salvar el futuro» ya comentaba que los objetivos serán otros, que el paradigma debería cambiar y que la supervivencia dependerá de la utilidad ética de las propuestas y promesas de las empresas, sus productos y servicios. Mantener el objetivo en adaptar, mejorar e innovar es lo que nos llevará al desarrollo de éstos p/s en un nuevo marco de preferencias de usuarios y consumidores. La facturación y los beneficios ya vendrán como resultado (siempre he considerado que las ventas y beneficios lo son: no un objetivo, sino el resultado de hacer las cosas mejor cada día).

3. Competencias y habilidades

Podrán ser las mismas en su definición, por ejemplo para líderes, vendedores y técnicos, pero de nuevo volverá a ser importante trabajar en los campos de cultivo de la inteligencia emocional de las personas ¿Qué estoy sintiendo? ¿Qué sienten ellos/as en este nuevo escenario? ¿Cómo haré para que nos sintamos todos mejor y avancemos hacia el propósito? Aquí serán necesarios expertos en coaching, inteligencia emocional, mindfulness, … que nos ayuden a encontrar el sentido último de aquello que hacíamos y como mejorar por tanto lo que haremos en este nuevo marco. También enfocarse a las habilidades técnicas basadas en una acelerada transformación digital y reforzar las de comunicación interpersonal y de gestión de las emociones, será recurso básico para gestionar/nos con mayor efectividad. Será nuestro cinturón de seguridad en un entorno turbulento…

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4. Personas, profesionales y organizaciones

Las personas mejoraremos en base a nuestra necesidad de enfrentarnos a nuevos objetivos y situaciones y, por tanto, con nuestras competencias reforzadas y nuevas habilidades desarrolladas. Como profesionales, adaptaremos éstas al entorno profesional, proyectos y equipos de trabajo y -desde dentro- tendremos que ser parte del cambio que necesitará la organización para su coherencia integral en este triángulo virtuoso.

Y en cuanto a la Organización, como nos apunta Fernando Gil, socio director de Ágil Consultores será útil y necesario que, como empresa, independientemente del sector, necesitaremos:

  • Reflexionar aunque sea brevemente sobre el entorno y nuestras capacidades internas, para diseñar un plan de actuación con un modelo de escenarios que permita adaptarse rápidamente.
  • Dimensionar la organización adecuadamente. Disminuir recursos en las áreas menos relevantes y potenciarlos en las criticas para mantener el pulmón de la organización. Hay que evitar usar solo el criterio de los que menos tiempo llevan.
  • Ayudar en la medida de lo posible a los que salen de la organización con planes de acompañamiento, lo que además de devolver parte de su contribución a la organización incrementa el compromiso de los que se quedan.
  • Desarrollar la comunicación corporativa. Internamente para dar tranquilidad a los que se mantienen en la organización, especialmente a aquellos que van a ser clave en el nuevo escenario y externamente para potenciar y dar seguridad a los clientes y proveedores.

Y concluye Fernando: «La situación es extremadamente compleja, pero por suerte, no estamos ante una posible crisis de crédito, por lo que podremos dirigir la organización desde algo más que la gestión de la tesorería.»

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Así que buen viaje a través de las turbulencias, que solo podremos minimizar con un nuevo enfoque y actitud … ABRÓCHENSE LOS CINTURONES Y FELIZ ATERRIZAJE EN LA ‘NUEVA NORMALIDAD’ QUE VIENE.

CAMBIAR DE PARADIGMA PARA SALVAR EL FUTURO

covidartmuseum by @aos.art

Cambiar de paradigma para salvar el futuro. Gestionar un nuevo cambio que nos ayude a salir de esta nueva crisis y reforzados para las próximas, que vendrán.

Con la que está cayendo no querría hacer de esta entrada una letanía de situaciones desafortunadas para las personas, la sociedad, las empresas ni la economía. Todos sabemos qué está pasando ¿o no? De hecho nos informan cientos de veces al día de cifras, locales, nacionales, globales. Todas las semanas vemos a portavoces de la sanidad, a representantes políticos y gurús de la economía, con caras de lamento intentando despejar la incerteza sobre el futuro inmediato, el que hay a la vuelta de la esquina, los próximos meses, este verano, el otoño como lejos. Ya hay fechas para una salida del confinamiento que suponemos será gradual e irregular. Y todo este carrusel de voces no es capaz de despejar una duda que planea sobre todos nosotros y nuestro futuro incierto … ¿Cuándo volverá la normalidad?

Si por ‘normalidad’ entendemos lo que ‘había antes de’, aquello no volverá. Y si pasase, si volviese todo a ser como antes, digamos … de aquí un año o dos, es que no habremos aprendido nada. No voy a hablar aquí del necesario cambio de valores y prioridades que debería ser el resultado de la crisis global que vivimos. Por puro respeto y pudor, lo dejo para los filósofos, economistas y sociólogos que leo y sigo atentamente, ellos nos aclaran los nubarrones de nuestro sentido pensamiento. Voy a enfocarlo desde mi posición de consultor y formador de equipos de trabajo.

Así que, cambiando ‘normalidad’ por ‘actividad’, hagamos un breve ejercicio de suponer que en breve volveremos al trabajo, lo que dependerá del sector en que trabajemos. Aquellos sectores como el turismo, hostelería y restauración, los eventos, ferias, compañías aéreas, la cultura presencial: conciertos, teatros, cines… todo esto, por guardar la necesaria distancia social, tardará mucho más en volver a una mediana actividad. Las industrias que no estén adaptadas para trabajar con dicha distancia, las organizaciones no lucrativas, empresas de servicios, hoteles, restaurantes, bares, locales de ocio, … también lo tendrán más crudo en esta salida del confinamiento. Y no pensemos en rebrotes, tengamos fe en que habrá una solución o remedio intermedio (entre estar o no hospitalizado) en forma de vacuna, equipos de profilaxis, test preventivos, aplicaciones informáticas, etc. (laboratorios y farmacias, empresas de tecnología, de servicios afines, tendrán aquí su actividad garantizada).

covidartmuseum by @emineyilmazn

Los demás continuaremos tele-trabajando desde casa, reuniéndonos por videoconferencia, por lo que tener grandes oficinas será un lujo infrautilizado, la reputación estará online, en la utilidad publica de lo que fabriques o distribuyas y no en los grandes edificios e instalaciones corporativas. Y cambiará el modelo de negocio del sector terciario, el comercio y la restauración pueden encontrar a sus clientes en sus casas (miremos ahora Amazon, Globo y otros …no paran) Eso sí, todo estará en envases y paquetería limpia y con registro sanitario (algo que ha de mejorarse visto como se entrega ahora).

Así empieza a ser ya el mundo en que vivimos y en que viviremos los próximos tiempos. Ganaremos menos dinero, pero tendremos una mayor responsabilidad en el gasto. Las prioridades cambiarán. La alimentación y los hogares evolucionarán siguiendo las tendencias marcadas en los últimos años y la proyección de esta crisis sanitaria. La docencia y la formación podrá ser en su mayor parte online, numerosas plataformas y aplicaciones lo permiten ya.

Insisto, lo presencial será un lujo por el que pocos querrán o podrán pagar. El cuidado de los niños, trabajen en casa o fuera sus padres, así como el cuidado de nuestros mayores, en casa o en nuevos centros asistenciales que deberán rediseñarse, serán campos laborales en crecimiento. No digamos ya las nuevas tecnologías que, ahora sí, tendrán en la transformación digital global su gran negocio y futuro.

La clase media trabajadora seremos más pobres y nos tendremos que adaptar. No será fácil, porque estamos muy mal acostumbrados y llevamos generaciones siendo manirrotos. La perspectiva, como todo cambio no será fácil, pues nos tenemos que acostumbrar y sobre todo, desde la perspectiva empresarial, deberemos cambiar la perspectiva, la visión de las compañías y organizaciones. Cambiar el paradigma empresarial: del crecimiento y de la maximización del beneficio a la salvación de las empresas y de sus personas.

covidartmuseum by @malikafavre

CONCLUSIÓN

Y aquí está el quid de la cuestión que hay que resolver inminentemente. No voy a dar recetas, que si re-enfocar la razón del negocio, revisar las competencias y los valores de los equipos de trabajo, redefinir la utilidad ética de lo que fabricamos o entregamos, etc., etc., no soy un gurú ni espero recompensa por ello. Tan solo os invito a que leáis sobre la expedición transantártica, la que hizo hace más de 100 años Sir Ernst Shakleton, el líder que -sin haber conseguido nunca su objetivo inicial en las tres expediciones que comandó- quedó para la Historia, como un ejemplo de gestor de crisis como no ha habido otro. Ser capaz de cambiar el paradigma, pensar en sus personas, salvaras a todas y ser un ejemplo que se estudia en numerosas universidades y escuelas de negocio más de 100 años después, fue su gran heroicidad y logro.

Aquí podéis leer sobre esta extraordinaria aventura y este extraordinario líder, en unas entradas de mi blog durante la crisis anterior, ’10 lecciones de liderazgo’  1.Equipo / 2. Visión y resultados rápidos y 3. Un panorama general  pero además está el libro de Caroline Alexander ‘Atrapados en el hielo’ y el documental del mismo título de George Butler que, con la intervención de varios expertos en liderazgo os ayudará a reflexionar y entender que, el cambio de paradigma, en última instancia, depende de vosotros al asumir un nuevo liderazgo que os ayude a salir indemnes y fortalecidos en los difíciles tiempos que vienen.

alfons@agilconsultores.es

Nota/Recurso: Aquí podéis ver el documental sobre Shakelton (y otros) y extraer vuestras propias conclusiones. Disfrutadlo: https://www.malamalama.es/que-ver-durante-la-cuarentena/

 

PERO … ¿QUÉ PUÑETAS ES LA ESTRATEGIA? ¿SU IMPLEMENTACIÓN …? ¿SU EJECUCIÓN…?

Preparando estos días de Pascua el examen de Marketing Mix que he de proporcionar a mis alumnos de la Toulouse Business School de Barcelona (TBS)  y comparando la teoría con la práctica que desarrollo como consultor en las empresas que colaboro (y principalmente en una de gran éxito y crecimiento) es sorprendente cuánta confusión existe entre la estrategia, su implementación y su ejecución. ¿Es la «estrategia» una cuestión de tomar decisiones sobre dónde queremos ir, donde competimos y cómo ganamos? ¿Lo es de establecer metas y acciones? ¿O trata de sobre cómo creamos y capturamos ‘valor’ con el tiempo? ¿Incluye la creación de soluciones a los problemas imprevistos y aprovechando oportunidades inesperadas? Es «hacer las cosas» lo que queremos decir con la implementación o ejecución? ¿Es en si mismo el «ejecutar» o «implementar» una estrategia? ¿Y podemos separar estos conceptos de la estrategia?

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TAL VEZ NO SEPAS COMO ACABARÁS 2014, PERO SÍ DEBERÍAS SABER CÓMO VAS A EMPEZAR 2015

A lo largo de mi carrera he ayudado a organizar y he participado en un gran número de eventos para iniciar el año, los llamados ‘Kick-off Meetings’ anglicismo en clara analogía al primer chute del balón con que se empieza un partido. Aquí quisiera aportarte valor a ti y a tu empresa dándote  4 breves consejos para organizar un evento para asegurar esta ‘salida motivadora’ al nuevo año que está ya a la vuelta de la esquina. Y si crees que no puedes hacerlo solo/a, tranquilo/a … yo te ayudo.

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Ideas y acciones para 2014… ¿que harás y no harás?

Tal vez no sea tanto el tener muchas y nuevas ideas para 2014, sino el poner en marcha alguna de ellas. No es cuestión de aquello que deseo que pase, que espero que suceda, lo que ha de cambiar. El factor crítico es QUÉ DEBERÉ HACER YO para que aquello pase, suceda o cambie en 2014. No esperar que se cumpla sola mi ‘visión’, a expensas de una mal llamada Ley de la Atracción y sí OPTAR POR LA ACCIÓN! Desde hoy ¿porqué esperar al resacoso día 1 para empezar? Bueno el 2 que será hábil, pero ya puestos, el martes después de Reyes, pero claro, la semana se acorta y si… (y así hasta el próximo 31 de Diciembre!)

Recordemos que «Aunque nada cambie, si yo cambio, todo cambia» (utilizar estas frases no representa nada nuevo y es reiterativo, sí, pero… ¿qué hemos cambiado EN nosotros este 2013 con respecto a 2012? Las palabras nos cansan y aburren, pero es por huír de ellas que aparece el hastío. Cuando refrendo las palabras con mis actos, no me canso de repetírmelas como un mantra útil y esclarecedor de mi objetivo. Y esa es la clave: DEFINIR MIS OBJETIVOS (no repetiré como hacerlo, ya lo explicaba en una anterior entrada en este blog ‘Septiembre, un buen momento de fijar objetivos con PNL‘ )

Y marcarse objetivos ha de obedecer a un propósito trascendente: que el cambio se produzca, que algo crítico mejore, que aquel obstáculo desaparezca, que venzamos nuestra propia inercia, que seamos mejores a finales de 2014 de lo que somos ahora. Y yo quiero ser ‘una persona que hace que pasen cosas en mi vida’, y no ‘aquella a la que le pasan cosas en la vida’. No quiero ser víctima y sí creador, y aquí os dejo un video de Leo Alcalá fantástico al respecto (os recomiendo veáis e interioricéis sus videos motivadores, tiene varios en YouTube)

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