Las 7 características de una empresa emocionalmente saludable (y 2)

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Acabamos 2022 con un carrusel de emociones fuertes y poco saludables, aquellas que nos han generado las guerras, la crisis económica y de valores, la pandemia, los crímenes machistas y la violencia de cualquier tipo… Emociones que en algunos casos nos habrán afectado más o menos en función a nuestras creencias, situaciones y escenarios compartidos. Por eso esperamos que 2023 sea un año ‘emocionalmente saludable’ personal y profesionalmente. Y siguiendo nuestro post anterior les hemos pedido a algunos/as directivos/vas de RRHH de empresas con las que colaboramos, que nos ilustraran cómo es un lugar de trabajo emocionalmente saludable. ¿Qué características tiene y qué principios se deben mantener? De estas conversaciones hemos identificado siete características para determinar un lugar de trabajo como emocionalmente apto, una empresa emocionalmente saludable o ‘Emotionally Healthy Company’ (EHC)

1. Liderazgo saludable.

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Tod@s l@s entrevistad@s están de acuerdo, el liderazgo es el núcleo de todo. Si los líderes le dicen a la gente que haga algo y ellos no lo hacen, otras personas tampoco lo harán. ¿Cuántas empresas tienen su manual de políticas éticas donde los ejecutivos presionan a sus equipos más allá de una buena práctica ética? Aquí os vuelvo a recomendar mi guía de liderazgo ‘Liderar desde el Corazón’ donde en el capítulo 10 encontrarás las claves para un ‘liderazgo positivo’ efectivo y saludable.

2. Cultura de influencia y confianza.

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Las organizaciones deben capacitar a las personas para que tengan claro lo que necesitan para tener éxito en el trabajo. No hay que tener miedo de hacer preguntas a los empleados, nuestras empresas consultadas nos dan algún ejemplo: “¿A qué hora del día haces tu mejor trabajo? Cuando estás molesto, ¿qué tiendes a necesitar? ¿Te gusta el espacio? ¿Te gusta la compañía? ¿Tiendes a comunicarte mejor verbalmente o por escrito? Se trata de crear un entorno en el que las personas sientan que tienen influencia y pueden pedir lo que necesitan”, nos dicen. También en mi guía de liderazgo ‘Liderar desde el Corazón’ encontrarás las claves para ser el coach que puedes ser en el capítulo 9.

3. Cultura del juego.

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El juego está muy infravalorado en el lugar de trabajo. Aumenta la creatividad y construye cultura, comunidad y confianza, pero es vulnerable. Cuando juegas, tu guardia tiende a bajar de forma natural, lo que asusta a las personas que trabajan duro para mantener la guardia alta. Los líderes tienen que demostrar que está bien ‘jugar’. Está bien y por eso la mayoría de empresas consultadas quieren actividades formativas y ‘trainings’ que tienden a ser ‘outdoor’ y juegos de equipo.

4. Compromiso y pertenencia (‘engagement’).

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Muchos estudios nos dicen que las personas harán todo lo posible para apoyar y defender a un grupo en el que se sienten verdaderamente aceptados y son parte de este. Eso es lo que quieres para tu empresa ¿sí? Quieres personas que harían cualquier cosa por su empresa porque creen en su misión, no porque crean que tienen que hacerlo. Aquí es donde también entran en juego las iniciativas de diversidad e inclusión, para brindar a más personas la oportunidad de sentirse comunidad y tener ‘orgullo de pertenencia’ y compromiso en el trabajo.

5. Mentalidad pro-activa.

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Debes fomentar un entorno en el que los problemas se solucionen antes de que se conviertan en problemas mayores. Esto podría incluir cosas como comentarios continuos estructurados y no esperar hasta que alguien esté realmente descontento para preguntar cómo está. Que las personas se sientan apoyadas y puedan determinar cuándo lo son y cuándo no. Les preguntamos a nuestros contactos cómo lo hacen cuando el ‘feedback’ es negativo y nos han contestado que “les preguntamos y aclaramos errores de comunicación. Nos aseguramos de hacerlo mejor la próxima vez”.

6. Estabilidad e integridad.

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Lo comenté en el post anterior, la estabilidad genera menor carga emocional que los cambios. Hay que gestionarlo. Los empleados necesitan sentir que hay algunas cosas fijas con las que pueden contar; que hay algún tipo de ‘ritual’ recurrente. Algunas organizaciones consultadas lo promueven incluso con eventos culturales o sociales en la empresa, ciertos beneficios anuales, una ‘hora feliz’ semanal, el viernes informal… Sea lo que sea, tener algún ritual es importante.

7. Comunicación y transparencia.

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Los empleados deben sentirse capacitados para expresar lo que piensan sin que los colegas ni los mandos cuestionen su actitud, y que la gente los escuche sin estar a la defensiva. Y también, si eres su líder, que confíes en que la gente te dice lo que piensa y que no tienes que adivinar constantemente lo que la gente realmente piensa y siente sobre ti y tu trabajo.

En resumen…

Una vez has llegado hasta aquí, dos preguntas… ¿crees que tu empresa reúne estas 7 características para ser una empresa emocionalmente saludable? En caso de que falte alguna… ¿crees que estáis preparados para incorporarlas y así poder mejorar vuestro bienestar en 2023?

Si te parece interesante conocer la respuesta a estas preguntas al mismo tiempo que trabajar el factor emocional en tu organización o equipo y dar seguridad y fortalecer a tu empresa, en Ágil Consultores podemos ayudarte. Pregúntanos cómo y lo preparamos juntos en este nuevo año 2023.

¿Es tu empresa emocionalmente saludable? (1)

A las puertas de la Navidad, parece que todos estamos orientados a las emociones positivas. Somos más generosos, altruistas, gregarios … o al menos nos comportamos más alejados de las emociones negativas que pueden acompañarnos el resto del año, temores, angustias, estrés, mal humor … dependiendo de personas y escenarios.
En general somos conscientes del cambio, pero lo achacamos al ‘espíritu navideño’ (no te vas a enfadar estos días de Navidad … ¿Verdad?) y el resto del año apenas somos conscientes de nuestras emociones más allá de cuando vemos cómo afectan a nuestros resultados. Nuestros patrones de pensamiento arraigados y la forma en cómo lidiamos con los sentimientos finalmente nos lleva hacia la felicidad o el dolor. La salud emocional es la base de casi todo: trabajo, familia, relaciones y bienestar físico.
En mis propias experiencias personales como empresario hace unos años, miro hacia atrás y veo cómo mis errores y éxitos estaban claramente relacionados con mi salud emocional en aquel momento.
Y es que, si ‘el carácter de un hombre marca su destino’, las emociones mal gestionadas conforman un carácter que no ayuda a gestionar con efectividad el entorno de trabajo ni al equipo.

Toma de decisiones
Dirigir un negocio es una montaña rusa de sentimientos que puede interferir con la toma de buenas decisiones. Hace años, mi solución fue simplemente dar rienda suelta a mis sentimientos, a veces de forma intempestiva. Esto, por supuesto, lo empeoró todo. Hoy, una vez distanciado de aquel proyecto y equipo de trabajo, cuento con una visión que he compartido en numerosos cursos de liderazgo y en mi libro ‘Liderar desde el Corazón’ y tengo relaciones más significativas en todos los aspectos de mi vida. Conseguirlo ha significado establecer límites fuertes con los demás y trabajar con claridad en la visión de construir y hacer crecer las relaciones más importantes. Este sistema hace que mi espíritu profesional sea más manejable: elijo bien los proyectos y las personas con las que trabajo y gestiono mejor mis emociones, lo que conduce a la toma de mejores decisiones de manera constante.

Un ejemplo reciente

Desde mi posición de consultor y formador en los últimos años, he visto numerosos directivos que tienden a establecer estándares increíblemente duros consigo mismos y trasladar esta presión a los miembros de sus equipos. Y cuando inevitablemente no alcanzan estos estándares imposibles, son muy duros con el equipo. En un caso concreto en que acompañé como coach a un director comercial de una gran empresa, esta persona me comentaba cómo todos los comerciales de su equipo de ventas estaban exhaustos e infelices, pero no entendía por qué, porque sentía que él mismo estaba asumiendo una gran carga de trabajo: él hacía más visitas y trabajaba más horas y más días que nadie en el equipo y no se sentía tan mal como decían sentirse sus personas.

Pero lo que llegó a comprender, a través de mucha introspección y trabajo duro, fue que, sin siquiera darse cuenta, estaba infundiendo un tipo similar de energía y expectativa en la empresa. La idea que transmitía era que, dando lo mejor de ti nunca es suficiente. La gente vio la forma en que se trataba a sí mismo y pensó: «Está bien, bueno, supongo que así es como se supone que debo ser en esta empresa». Con esta creencia, se contagiaban las emociones negativas en el equipo (aquí puedes leer como gestionar el contagio emocional en la empresa, post de nuestra psicóloga Candela Gil) y estaba ‘quemándolos’ a todos.

A medida que comenzó a cambiar eso dentro de sí mismo, creó el espacio y el poder para que otras personas se sintieran bien con su trabajo, celebraran sus victorias y sintieran que podían establecer estándares realistas para sí mismos y objetivos alcanzables y rentables para la empresa.. Existen muchas formas de comportamiento en las que los líderes, sin darse cuenta, están proyectando a todos cual es la expectativa. Y si no lo entienden dentro de sí mismos, no lo van a manejar bien dentro de sus organizaciones. Y si lo manejan bien estarán ayudando a que su equipo sea parte de una organización emocionalmente saludable.

Estabilidad ante el cambio para que una organización sea emocionalmente saludable

Alguien que lea este post podrá decir sobre la dificultad de gestionar las emociones en un entorno cambiante, ya que cuando observamos cuáles son los rasgos de una cultura emocionalmente saludable, veremos que uno de ellos es la estabilidad. Para la mayoría de las personas, la estabilidad es psicológicamente importante y todo cambia tan constante y rápidamente que, si no tienes algunas cosas en que apoyarte que sean estables, la incertidumbre que se genera hace del trabajo un entorno insostenible y abrumador.

Claro que, en entornos cambiantes, cuando el producto/servicio está cambiando y a veces el equipo también está cambiando, toda la declaración de la misión y la dirección de la empresa también podrían estar cambiando. Así que, desde el punto de vista emocional ¿Qué se podría mantener estable a pesar del cambio para que las personas de tu equipo tengan algún tipo de certeza a la que agarrarse, mientras navegan por el cambio constante a su alrededor?

Si te parece interesante resonder esta pregunta al mismo tiempo que trabajar el factor emocional en tu organización o equipo y dar seguridad y fortalecer a tu empresa, en Ágil Consultores podemos ayudarte. Pregúntanos cómo y lo preparamos juntos para 2023.

Ah! Y en el próximo post te daremos algunas pistas.