Hace semanas que no escribo en el blog, de hecho, hace tiempo que pensaba en la necesidad de hacerlo, pero otro blog me ocupa desde septiembre. Como ahora no tengo responsabilidades profesionales inmediatas (eufemismo de ‘soy casi pensionista’) estoy re-enfocado a mi rol de ‘paciente activo/experto’ como explicaré más adelante.
Pero hace unos días, leyendo mi suscripción del NYT me encontré con este artículo: ‘‘Cómo dejar de pensar en el trabajo: No nos damos cuenta de que estamos estresados’
Y sí, hasta hace poco las preocupaciones laborales fuera del horario eran una de las principales causas de fatiga y agotamiento que un servidor sufría.
Cuando me despertaba durante la noche, intentaba evitar pensar en el trabajo porque si mis pensamientos se dirigían a cualquier cosa relacionada con plazos de entrega, informes inacabados, el próximo curso o trabajo de consultoría en marcha, estaba despierto durante horas.
Del artículo de NYT
“Éste es un escenario familiar para Guy Winch, psicólogo estadounidense que ha observado que las personas experimentan gran parte de su estrés laboral cuando se encuentran fuera del horario de trabajo, como en un viaje, con su familia o amigos, o durante la madrugada. «A menudo estamos tan concentrados en el trabajo que no nos damos cuenta de que estamos estresados»”
Al parecer, decía el artículo, nuestras preocupaciones «tienden a invadir nuestros pensamientos durante los ratos de inactividad». Y ese era mi caso cuando estaba 100% activo profesionalmente y así, cuando me relajaba me estresaba y pensaba que eso era parte de mi ‘productividad’
Pero realmente es improductivo, asegura el artículo: «Cada vez que lo hacemos, estamos activando nuestra respuesta al estrés». Un estudio, publicado este año, halló que este tipo de pensamientos relacionados con el trabajo son una de las principales causas de fatiga y agotamiento.
Algunas estrategias para no pensar en el trabajo (cuando no trabajas)
Según el psicólogo que escribía en el NYT, éstas son algunas de las estrategias más eficaces para dejar de lado estos pensamientos ‘estresantes’:
• Apunta todas las horas que estás ‘pensando en el trabajo’ ¡y que nadie te va a pagar! Así podrás cuantificar todo ese tiempo del que te privas para hacer otras cosas cuando no trabajas.
• Pon límites. Establecer una línea clara cuando termina la jornada laboral y ser estricto para mantenerla es muy importante, para descansar o conectarnos con personas en la vida real. ¡Desconecta!
• Recarga las baterías. Una actividad de recarga, como realizar ejercicio, realizar trabajos manuales o meditar, dice el artículo, «te hace sentir con energía mental y satisfactoria contigo mismo por hacerla».
• Busca distracciones. Las técnicas de distracción acaban con los pensamientos negativos. Si, mientras intentas dormir, no puedes encontrar una forma de resolver un problema, prueba hacer algo que requiera concentración, como un pasatiempo mental o un juego de palabras (a mi me sirve respirar lenta y concentradamente, tipo mindfulness).
Yo ahora duermo bien, pero -por mi nuevo rol que comentaba al inicio- algunas noches también pienso en el congreso de pacientes al que debo asistir o la charla que daré o en el webinar al que asistiré … pero no es lo mismo, para mi no es estresante pues no lleva aparejada mayor responsabilidad que dotar de calidad a mi contribución social, como el blog que estoy desarrollando como paciente/experto SoyPacienteActivo.
Así que no esperes a ser ‘pensionista’ para dormir bien y procúrate alguno de los consejos que nos da el psicólogo del NYT y plantéate un cambio para tu mejora en 2024 (que ya asoma enero por la esquina)